lunes, 18 de julio de 2011

¿ A OTRA COSA MARIPOSA ?


Me debía a mi público aunque parezca mentira, jeje y aquí estoy, tarde para no variar. Menos mal que ya me conocéis y me tenéis cariño, porque si no, es para cabrearse y pasar de mí.
La causa es que tengo depresión, y así no se puede escribir. Depresión porque llevo fatal lo de haber terminado la Carrera; la verdad es que la alegría se me quedo en el día de la graduación porque ahora estoy, yo creo, en eso, en estado de depresión. También puedo utilizar la palabra bajón.
De pensar que ya no habrá más veranos de 3 meses a “tutti-plain”; tirada, pensando constantemente en sol playa y fiesta. Que ya no habrá más Semanas Santas completas, ni Navidades al 100% free. Me entra horror... ¿Qué hago? ¿Se me pasará? No se si meterme a hacer Magisterio....
Llevo fatal lo de saber que jamás podré irme de viaje porque sí, de jueves a lunes, y de pensar que para hacer algo guay tendré que esperar a vacaciones obligatorias y pactadas. Sí, suena a normal, pero como nueva en el gremio de NO-UNIVERSITARIA, tendré que acostumbrarme.
La llegada de un fin de semana será a partir de ahora un mini verano, y así llevo todo el mes de julio, haciendo de cada “finde” un Agosto improvisado, convirtiendo cada lunes en una tortura china. Y os digo que, de repente, me ha entrado el arrebato escritor en el despacho y no lo he podido controlar. Tenia como una extraña sensación de inquietud que no me dejaba tranquila y aquí está, era esto, tenía que soltarlo.
Presiento que mi estado, diagnosticado por mí misma, es denominado: crisis de fin de un ciclo, el ciclo más guapo de una vida; el más aventurero, inesperado, travieso y desenfadado, el mas divertido, el mas energético debido a la edad, el mas jovial y fresco y probablemente el más feliz.
Luego los aires frescos y los recuerdos llenos de juventud te los aportaran otros, viviendo y contándote las historias que tu ya has experimentado.
A partir de ahora cogerán protagonismo las verdaderas amistades, la familia, la salud o el amor, cosas que probablemente antes ni te habías planteado, y quedarán aparcadas aquellas amistades universitarias o veraniegas pasajeras, como han ido pasando las del colegio o el instituto. Esas amistades que tantas alegrías y disgustos, siempre pasajeros, nos han dado y con los que sin duda, vamos aprendiendo a vivir, alimentándonos siempre de aquel viejo y lejano recuerdo que nos reporta una emoción, un pensamiento o una actitud, todas esas cosas que marcan el día a día.
Del ciclo de la locura y el “lo hago por que sí, porque estoy en la edad y allá vamos a la aventura”, al ciclo de convertirte en una persona trabajadora, que entienda, como nuestros padres han entendido siempre, el amor a trabajar duro para obtener recompensas, porque para poder llevar la vida que mis amigos estudiantes y yo hemos llevado, nuestros padres han trabajado duro para mantenernos y ahora nos toca aprender a andar en el duro camino de trabajo que nos espera. Empezamos gateando y esperamos acabar con paso firme y correcto al frente. Comenzar esta andadura nunca estuvo fácil, ni antes, ni mucho menos ahora. Habrá que confiar y tener paciencia.
Total, ¡No me digáis que esto no es “pa” deprimirse!, jeje.
Yo era de las que volaban con los sueños y se envolvía cada día en fantasía. Ahora estoy en temporada de vacas flacas, aunque espero volver a ilusionarme y volver a volar entre escenarios imaginarios de oportunidades apasionantes en las que de tanto pensarlas parecía que se iban a convertir en una realidad instantánea nada más terminar la carrera; todo ello fruto de lo que cada uno dibuja en su mente, haciendo de su deseo un retrato de la realidad futura e inexistente, aún.
Esperemos que con alegría y otro ánimo se conviertan en una realidad.
¡Bienvenida a la vida del trabajador Lucía!