Otra
vez ha llegado la Navidad, y con ella los mensajes de amor y positividad que la
acompañan, pero sin duda, creo que estas fechas tan bonitas llegan cuando nos
encontramos en el culmen de la desgana, y menos mal que hay anís.
Que ni las luces van a iluminar la
oscuridad en la que se encuentran miles de familias, y como ni siquiera las
luces van a ayudar, no gastemos mucho en ellas. Recortes por aquí y hospitales
que van a ser menos públicos, por allá… y Luces por un tubo recordando que
debemos comprar, gastando el dinero que no tenemos.
¡Ojo!
Yo soy la primera que no quiero que se pierda el espíritu navideño y sé que las
luces ayudan, pero si tenemos que quedarnos un par de navidades sin ellas... Si
total, ya no hay nada que esconder, solo que ahorrar…
¡¡Vaya
negatividad!! Je je Menos mal que el cariño de los tuyos, familia y amigos lo
quita todo. La Navidad llega para borrar las penas o correr un tupido velo,
maravilloso velo, comida para los que no tienen, regalos para sus hijos.
Y es
que después de desear que acabe la crisis en 2010, en 2011 y en 2012, el
repetido deseo, ya chirria para el 2013, pero continuaremos con la ilusión…
¡Que remedio!
Se
hará realidad allá por el 2014, cuando llegue el 14, será para el 15, y así
sucesivamente... jeje
Y
con la única esperanza de que el nuevo año haga desaparecer los rostros
cansados por los recortes, los despidos y la falta de motivación de nuestro
país en general, yo ya os desvelo que tengo todas mis esperanzas puestas en 2013.
Me encanta el 13 y creo que su magia va
a ser la protagonista del nuevo año, el año del éxito.
Vamos
a ser felices con poco, celebrando la vida, la familia y los amigos… teniendo cerca a los que nos hacen reír
y los que nos transmiten su cariño, vamos a ser fábrica de disfrute. Fuera
malos rollos, gente negativa, noticias que amargan el día y fuera
todo lo que aporte solo lo insoportable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario