viernes, 10 de septiembre de 2010

Salitre del mar, hasta el año que viene.


Tengo una fobia a todo lo que no sea verano que no me tengo en pie del agobio.

Es una especie de malestar controlable pero, como todo síntoma ansioso, muy incomodo.

Vale, tengo ganas de mi nueva vida en Madrid, pero he de decir que me va a costar la adaptación. El verano no habrá sido largo, pero mis vacaciones, es decir, intervalo de tiempo en el que no cojo un libro, casi que empezaron el año pasado. Fue cuando comencé mi andanza “erasmuniana” y claro, ahora tengo una gran adaptación por delante, para volver a la vida activa de universitaria de último año.

El invierno ha sido muy largo y el verano todo lo contrario, y en mi cabeza solo distingo dos estaciones, la del chaquetón y las botas y la del pareo y el bikini.

Pienso en lana, bufanda o jersey y hasta me mareo jeje. Que exageración, pero de veras, que no he hecho aún la digestión del verano y ya, ¡se me va! Seguro que dentro de nada hablamos de navidad, jeje.

¡Claro! y es que rascándose la barriga se está muy bien, pero ya toca ponerse y ponerse de verdad. Me da a mi que eso es lo que duele, jeje mas que el invierno y el chaquetón.

Pero otros años en estas fechas, recuerdo que me apetecía la sudadera, el frío en la moto y ver la lluvia desde casa calentita, pero este verano ¡no! y creo que a la mayoría de vosotros tampoco, pues el otoño, invierno e inclusive la ansiada primavera, nos han tratado fatal a base de frío y lluvia, mucha lluvia.

Como no se puede luchar contra el paso del tiempo y el cambio de las estaciones, nos adaptaremos y "pa lante" a abrigarse cuando toque y a disfrutar siempre de cada momento con frío o calor, donde sea y como sea.

Mientras estaba tranquila escribiendo un poquito el blog y estrenando mi mini piso de llavero, (por cierto precioso) jeje he recibido un llamada muy especial , de mi hermano. Me comenta que voy a ser tía de nuevo, y lo mejor, por partida doble, ¡toma mellizos!. Estoy muy contenta, contentísima, me han dado la gran noticia ¡que guay!



1 comentario:

  1. Ay, prima, que parecidas somos y cuanto me gusta el invierno!!!
    Viendo que mis obligaciones son las mismas con chaquetón y botas que con pareo y bikini, me quedo con la mesa camilla y mis manticas de colores. Mi "depresión" comienza cuando veo que el calor aprieta demasiado y no sé que mas quitarme de ropa. Sin embargo, me sientan muy bien las bufandas, me dan color a la cara, jaja. Eh, que me gusta el veranillo vale?? Pero como tu bien has dicho antes, siempre en bikini y pareo. tq

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