Entre todos la mataron y ella sola se murió

Entre El Mundo y El País, el ABC o La Razón; los sindicatos o la patronal. La Troika y la Merkel, que también influyeron, ¿y quién se olvida de Urdangarín? 

Que si la Prima de riesgo o la Administración. Que si las Autonomías, o la Nación. Entre andaluces y catalanes, los Ere o los Puyol.

Ya poco importa el partido, ya poco importa quién lo hizo peor, o quién nos trajo hasta aquí. Ya solo importan la desdicha, la desgana o la desilusión;  el descaro y el mamoneo, el compadreo sin solución.  Y las medidas ¡sin ton ni son!

Como el asesino que mata y luego se suicida, ¡Mátate tú primero!

Como el político que chupa del bote  y  recorta a los sectores machacados; sin empezar por el privilegio propio… Si es que ya no sirven a la Nación, es la Nación la que, ahogada, les sirve y mantiene a ellos.

La sociedad española aguanta, pero ya no calla. La sociedad española tolera, pero ya no confía.

Entre Zapatero o Rajoy; ya no queremos saber si fuiste tú o  fui yo. Solo queremos que ejerzas la política de los valientes, la del CAMBIO. Que entre los que vinieron o los que vendrán, los que estuvieron y los que están, solo puedo decir, o mejor dicho, gritar, ¡que entre todos la mataron y ella sola se murió!... HABLO DE ESPAÑA.

LucíaG